Miradas encontradas
Al tomarnos las manos
nos brota sangre impura
¡Oh, Bendita infidelidad!
Qué rico saben esos besos
dados al cuello
apuntando directo a la yugular
Qué suaves caricias
a tiempo
sobre el prohibido placer
Cómo decirte que no
si ni siquiera
puedo voltear a vernos
frágiles
con la piel por encima
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