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Miércoles por la tarde (preocupaciones)

Hace una semana con tres días había prometido no volver a escribir, había propuesto una HUELGA en contra de aquel titiritero por haber cruzado mi hilo con el de ella. Me preocupaba enredarme, hacerme nudo y no zafarme. Creí, como creemos todos, con una fe cuasi ciega, porque nos damos cuenta que el que nos pone la venda, somos nosotros mismos. Creí. Olvidé cómo pude llegar a amarla. Inhalé cuánto recuerdo se puso en mi camino. Adoré no acordarme de su nombre cuando decía Marcela. Me seguía preocupando enredarme, hacerme nudo y no zafarme.

Tres vueltas al Estadio Tecnológico y no encontraba un lugar para estacionarme. Vuelta número tres. Claxones por doquier. La música cual sistema de masajes para el asiento del piloto, o sea, yo. ¡Miguel! Escuché un eco entre la multitud de autos y gente que camina con su vida cargada en la espalda sin dirección alguna. Casi me subo en la cajuela del auto que iba delante de mí. Me seguía preocupando, ahora con mayor razón, enredarme, hacerme nudo y no zafarme.

Compresencias del humano. Poeta Gonzalo Rojas. Auditorio Luis Elizondo. 20:30 horas. Autor, intérprete y público con Gonzalo Rojas y Plutarco Haza. El boleto comprado por Miriam, aquella mujer de ojos verdes cuya intención era escabullirse de la rutina monótona y de la indiferencia de aquéllos que decían llamarse sus amigos. Excelentes poemas recitados en voces resonantes de coros como los niños de Viena. Pero ningún verso igualado como: "Anoche te he tocado y te he sentido" (Te sentí tan cerca como sabía que estabas a tres filas de mí, con tu novio) Conversaciones discretas entre la gente. Y yo me seguía preocupando por enredarme, hacerme nudo y no zafarme. Me preocupaba no voltear a verte.

Aplausos difusos corrían con la gente sentada y con la gente que estaba de pie. Salimos con urgencia, Miriam y yo, lado izquierdo del auditorio, opuesto a los asientos que ocupaste junto a él. Planeábamos una ida a cenar con tragos. Llegó él, arrogante, estupido, un niño. Saludó a Miriam con el beso de Judas. ¿A mí? La neta no quiero escucharme sarcástico, pero fue un saludo infantil. Se prendió cual fósforo en manos de un pirómano. Dejó mi mano al aire y mi sonrisa en su coraje. Me seguía preocupando, ahora con cinismo, enredarme, hacerme nudo y no zafarme.

¿Acaso no te diste cuenta de la enorme preocupación que tenía: primero, por no encontrar estacionamiento; segundo, por llegar tarde al teatro; tercero, por enredarme, hacerme nudo y no zafarme?

3 comentarios

Del pasado -

No se como llegue aquí después de tantos años!
Leí este y me vinieron recuerdos.
No e leído nada tuyo reciente, pero me quedare con los de antaño.
(No se dónde quedaron tus libros)

Flaca -

tengo el don de deshacer nudos...
jaja
me encanto, el poem, esta completisimo, desde el principio tiene algo que te atrapa y el desenlace esta de lo mejor.

pd. y pues te volvi a escribir xq aya arriba pues no mucho que ver con lo que me parecio lo que escribiste...

ahora si iiiaaa me voi, voi al beis jaja (ai otra vez cambiando tema) no bai

Pau -

aki toy de nuevo...

bueno tu si que andas pero derramando miel...enana-moradoooo!!, me da gusto que ande en buena actitud muchachito...
Y bueno, haber que pasa tonight, lo mas probable es que si me presente a su evento señoron...ia cuantooos???jaja mejor hasta ai la dejamos

bueno sabes cuanto te quiero, no hay que estar hablando todos los dias por fone ni nada por el estilo pa que lo sepas, y que siempre tendras a una amiga en la flaca.

Un beso Mike Wasauskiiii!!!
adiosini!