Me arrepiento...

Me arrepiento de no haberte agradecido que me hayas dejado. Lo más sabio en tu vida es ser más consciente de lo que uno mismo puede llegar a ser. Nadie es perfecto y ahora mismo lo compruebo. Tú eres esa parte de mí que nunca borraré ni dejaré de amar. Yo pretendo llegar a ser ese sufrimiento que no olvidarás.

Pero te advierto que es muy difícil tratar de ser algo que no somos. La locura es nuestro rezo diario en este día en que los caminos están sin pavimentar. Y Dios se acerca a mí para que le pida un consejo. Tú te envuelves en los días más fértiles de la luna. Los besos entre tú y yo desaparecieron desde que pretendiste que esto era más que un juego.

 

Ahora me pregunto: ¿Te has arrepentido de lo que somos? No es necesario que digas algo. Me miras y me pides a gritos que no te deje huir, que te detenga lo más pronto posible. El tiempo es un martirio. Me dan celos de lo que puedes llegar a pensar. Te arranco los años de esos instantes en los que derramas mi sangre y la tuya en un justo momento. Nos amamos.

 

No escondas el amanecer. Una causa de nuestro amor es mi soledad. El mundo gira en sentido opuesto a tu muerte. Mi muerte no está aquí. Somos el misterio de nuestro mundo. Eres el único ser inteligente de este planeta, por resguardar tu corazón, antes de que yo me hunda en ti.